¿Las convicciones políticas de un filósofo son pertinentes para juzgar su obra? En el caso de Martin Heidegger, adulado por unos y vilipendiado por otros, el interrogante se plantea con particular virulencia debido a sus convicciones nazis. A juicio de Alain Badiou y Barbara Cassin, esta polémica ha sido mal centrada y es menester aceptar la siguiente paradoja: sí, Heidegger fue un nazi común y corriente, pequeño burgués y provinciano, y sí, Heidegger es uno de los pensadores más importantes del siglo pasado.
Sumergiéndose en su correspondencia, los dos filósofos examinan de manera inesperada la figura de Heidegger, su relación con la política, claro está, pero también con las mujeres: con la suya, Elfride, con la cual formó una pareja indestructible y atormentada, a la manera de Sartre y De Beauvoir, pero también con todas aquellas, en especial Hannah Arendt, de las que fue amante en el transcurso de su larga existencia.
Alain Badiou (Rabat, Marruecos, 1937) es un filósofo, dramaturgo y novelista francés. Impartió clases en la Universidad de París VIII y en 1999 fue nombrado director del departamento de filosofía de la Escuela Normal Superior de París, donde estudió entre los años 1956 y 1961. Fue militante y fundador el Partido Socialista (PSU) en 1960, y participó activamente en el movimiento político en torno al Mayo Francés. Es uno de los pensadores franceses más reconocidos.