GÓMEZ DE LA SERNA, RAMÓN
Si la modernidad, entendida como la tendencia más adelantada de la vanguardia en los años veinte, ha podido ser considerada, aunque sea hiperbólicamente, como patrimonio de Gómez de la Serna, no debe cabernos la menor duda de que la reflexión sobre lo más característico de su obra sigue siendo pertinente.Porque la greguería es para todos los críticos el acierto cumbre de Ramón, que no llegó a concretar teóricamente, a mi entender porque fue incapaz de hacerlo, pero sin despreciar la posibilidad de que tal inconcreción sea un manifiesto gregueresco más.Con la greguería quiso y pudo romper con el pasado y el presente literario de su época para crear una nueva forma de completar y describir el mundo. Convertida en puerto de desembarco de la compleja psicología ramoniana, la greguería ha de verse también como ingrediente imprescindible y recurrente del resto de la obra de Ramón, y, por fin, como molde original del personaje Ramón Gómez de la Serna.
(1888-1963) es acaso el epítome del escritor vanguardista español. Difusor y defensor de gran número de vanguardias artísticas en la cultura española desde 1909, presumió de su propio «ismo», el «ramonismo». Escribió sin descanso desde su adolescencia y publicó donde quiera que se le dejara hasta su muerte. Creador de las conocidas «greguerías», es autor de novelas, obras de teatro, biografías, autobiografías, innumerables artículos periodísticos y responsable de formas innovadoras de expresión artística a través de sus inclasificables conferencias e intervenciones radiofónicas.