En los años setenta, en la Facultad de Derecho de la madrileña Universidad Autónoma, coinciden dos amigos que prácticamente nunca ejercería de abogados: un pintor y un poeta que, paralelamente a la inevitable lucha política, participan en la creación de revistas alternativas o en la rareza de un colectivo libertario allí donde se enseñaba la ley y el orden. Posteriormente, cada uno seguirá su camino: Pedro Molina Temboury se aleja de Madrid durante una década, viviendo en el Pirineo, en las costas de Cádiz y más tarde en Buenos Aires, mientras Carlos Bloch, sin moverse de su estudio de la calle Castelló, viaja por los vertiginosos ochenta madrileños, plagados de turbulencias vitales y estéticas. El uno escribe, derivando de la poesía a la novela y más tarde a los libros de viaje. el otro pinta, dibuja y lee regularmente.
Escritor y guionista, Pedro Molina Temboury nació en Málaga en 1955, aunque su infancia transcurrió en Madrid. Durante casi una década, se dedicó a la cooperación cultural con Latinoamérica, especialmente con Buenos Aires, ciudad en la que residió durante tres años, y desde donde dirigió el Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI). De 1991 a 1994 fue el primer director cultural de la Casa de América de Madrid. Como guionista ha escrito y coordinado varias series de televisión, entre ellas la adaptación de Carvalho, de Manuel Vázquez Montalbán, o El laberinto del Tíbet (Premio Ondas 2001). Es autor de las novelas Ballenas (1987), El hombre de Madrid (1989) y Adiós, Padre Eterno (1997), y del libro de crónicas Viaje a los dos Tíbet (2001).