SERAO, MATILDE
Concebido como una investigación periodística a raíz de la epidemia de cólera de 1884 y en respuesta a un Estado ausente y poco propositivo, El vientre de Nápoles es una incursión en las luces y las sombras de una ciudad pasional, antigua y compleja.
Matilde Serao, escritora valiente y combativa, al igual que un moderno Virgilio nos enseña un escenario urbano intrincado, detallando sus problemáticas, sus tradiciones y sus costumbres. Su mirada es apasionada y analítica: entra en las habitaciones de pocos metros cuadrados donde se aglomeran enteras familias, describe los negocios de doña Carmela, la usurera «que hace temblar a hombres y mujeres», y denuncia la afición al Gioco del Lotto, verdadera plaga social que los napolitanos sin embargo viven como única esperanza de redención.
Todas estas historias cotidianas conforman un indeleble fresco social de extrema actualidad que Serao dedica a su ciudad, una carta de amor que es todo un clásico del periodismo literario.
Matilde Serao (Patras, 1856-Nápoles, 1927), escritora y periodista, candidata al Nobel de Literatura en varias ocasiones, fundó junto a su marido el periódico Il Mattino, distinguiéndose, desde los albores del régimen, por sus firmes posiciones antifascistas. El vientre de Nápoles es su obra más valiente e innovadora y es el primer gran reportaje literario italiano.
Matilde Serao nació en Patras, Grecia, en 1857, pero se crió en Nápoles. Obtuvo el título de maestra y trabajó en los Telégrafos del Estado hasta que en 1878 pasó a formar parte de la redacción del Corriere del Mattino. En adelante, compaginaría su incansable labor periodística con una exitosa carrera literaria, publicando medio centenar de novelas entre las que destacan Fantasia (1883) y Il ventre di Napoli (1884). En 1882 se mudó a Roma, donde, mientras colaboraba asiduamente en la prensa, en especial en Il Farfulla della Domenica y Capitan Fracassa, conoció al también periodista y escritor Edoardo Scarfoglio, con el cual se casaría tres años más tarde. Juntos fundaron el Corriere di Roma y después Il Mattino. Después de separase de su marido creó Il Giorno, que dirigiría hasta su muerte en Nápoles en 1927.