JOSEPH CONRAD
Con El negro del Narcissus (1897), su tercera obra y su primera «gran» novela, termina el aprendizaje narrativo de Joseph Conrad (1857-1924). Novela del mar y novela de aventuras, con todas las complicaciones y revueltas del género, pero novela también de la paradójica y contradictoria «condición humana», heroica a la vez que miserable. Novela alegórica, de sutil densidad metafísica, en la que el verdadero protagonista es tal vez la soledad y la muerte al tiempo que novela de la pequeñez del hombre frente a la naturaleza personificada en las grandes tormentas que barren el mar. Novela, en fin, caleidoscópica, delicada y formidable, que atrapará al lector, así ha venido sucediendo durante más de cien años, y que no habrá de borrarse fácilmente de su memoria.
Joseph Conrad (Józef Teodor Konrad Korzeniowski, 1857-1924) De origen polaco, perdió a sus padres cuando era niño y con sólo 17 años se embarcó por primera vez en Francia para iniciar su aprendizaje en la marina mercante. En 1886 obtuvo la nacionalidad británica y, ocho años después, abandonó la marina para dedicarse en exclusiva a la literatura. Pronto se convirtió en uno de los escritores fundamentales de la literatura inglesa, con grandes éxitos como El negro del Narcissus, El corazón de las tinieblas, Lord Jim, Tifón, El agente secreto, Victoria y Entre la tierra y el mar (Belacqva, 2006), entre otros.
Cuando murió, había tenido tiempo de contrabandear armas para los revolucionarios carlistas en España, de viajar desde el archipiélago malayo hasta la costa caribe de Colombia, de tener dos hijos y escribir más de veinte libros, de ser admirado por Henry James y por André Gide, de negarse a recibir los máximos honores de la Corona Británica y de cambiar para siempre el arte de la novela.