ORTEGA PEREZ, CARLOS ALEJANDRO
El arte requiere amor porque es la condición para que se cree algo y el amor en Medicina es la vocación. Los médicos que también son humanistas ejercen de forma efectiva su profesión porque contemplan no sólo el cuerpo sino también el alma del paciente. La vocación debe persistir para que exista la profesión médica. Hoy en día, el médico y la médica son un hombre y una mujer de ciencia y también de humanidad. El amor es libre y nadie está obligado a darlo aunque obraríamos de forma adecuada si compartiéramos todos con esta profesión, el compromiso en otorgarlo a los que nos rodean como bien común. Mi opinión es que si no se vale como ser humano, tampoco se valdrá como médico.
Psicólogo, Máster Europeo en Formación de Formadores y Escritor. Cursó la carrera de psicología en Barcelona en 1988. Desde entonces, ha ocupado diversos puestos en el área de los Recursos Humanos y formado a personas en técnicas humanísticas aplicadas a diferentes ámbitos empresariales y sociosanitarios en empresas, centros de formación y centros de salud. Autor de libros técnicos de psicología aplicada, entre los que destacan La motivación en el trabajo de la administración; Calidad total: el factor humano; La gestión telefónica eficaz; Toma de decisiones y resolución creativa de conflictos, todos ellos publicados en Formación Alcalá.