SAKAI, STAN
La espada de un samurai es algo más que su arma... es su alma. Un samurai debe probarse a sí mismo que es digno de poseer un daisho, un juego de espadas. En sus años como guerrero, luchando contra la injusticia y perfeccionando sus habilidades marciales y espirituales, Miyamoto Usagi ha hecho algo más que ganarse sus espadas. Tras combatir con bravura en más de una batalla y sobrevivir a tremendos baños de sangre, Usagi continúa su peregrinaje guerrero.
En este volumen un cura budista le educa en la música de la shakuhachi, un antiguo instrumento, y Usagi comparte la gran aspiración del monje, escuchar la música del cielo. A lo largo de su viaje se verá envuelto, a su pesar, en un duelo con apuestas. Más tarde, furioso por el robo de sus espadas, Usagi emprende la persecución del líder de la banda de ladrones para recuperar su daisho.
Stan Sakai nació en Kyoto, Japón pero se crió en Hawaii y ahora vive en California con su esposa, Sharon, y sus dos hijos, Hannah y Matthew. Se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Hawaii y completó sus estudios en el Art Center College of Design de Pasadena, California.
Su gran creación Usagi Yojimbo apareció por primera vez en cómic en 1984. Desde entonces, Usagi ha podido verse en televisión como invitado de las Tortugas Ninja, se han hecho juguetes y ropas con su figura y ha protagonizado una serie de recopilaciones en libro. En 1991, creó Space Usagi, sobre las aventuras de un descendiente del Usagi original que presentaba a los samuráis en un escenario futurista. Sakai también es un galardonado rotulista gracias a su trabajo en Groo, de Sergio Aragonés, en las páginas dominicales de Spider-Man y en Usagi Yojimbo. Y es que sin duda es un autor de reconocido prestigio: ha recibido un premio Parent's Choice, un premio Inkpot, un premio de la American Library Association, un premio Harvey, cuatro premios Haxtur en España, y varios premios Eisner. En el año 2003, recibió el prestigioso premio de la National Cartoonists Society en su apartado dedicado al cómic y en el año 2011 Stan recibió el premio Embajador Cultural del Japanese American National Museum.