OÉ, KENZABURO
En agosto de 1963, el autor se dirigió a Hiroshima para hacer un reportaje sobre la novena conferencia mundial contra las armas nucleares. Oé se interesó de inmediato por los testimonios de los olvidados del 6 de agosto de 1945: ancianos condenados a la soledad, mujeres desfiguradas y, sobre todo, los médicos que luchaban contra los efectos tóxicos de la radiación. Oé vio en su heroísmo cotidiano, en su rechazo a sucumbir a la tentación del suicidio, la imagen misma de la dignidad. ¿Cómo otorgar sentido a una vida destruida? ¿Qué nos ha quedado de la catástrofe nuclear? ¿Quién podrá acabar con aquella parte de Hiroshima que todos llevamos dentro? Oé no da respuesta a ninguna de estas preguntas. Él sólo se interroga, y nos interroga. Y es así como su «reportaje» adquiere la dimensión de un tratado de humanismo de alcance universal.
«Sus artículos nos permiten oír las voces de los supervivientes y nos describen su lucha contra las armas nucleares» (The New York Times Review).
«Una crónica exacta y reflexiva que nos espanta pero también nos sirve de inspiración» (The Daily Telegraph).
Nació en Ose, Japón, en 1935. Estudió literatura francesa en la Universidad de Tokio y destacó
como escritor desde sus años de estudiante. A los veintitrés años publicó su primera novela, Arrancad las semillas, fusilad a los niños (1958).
Es autor de varias colecciones de relatos, ensayos y más de veinte novelas, entre las que destacan La presa (1958), Una cuestión personal (1964), ¡Despertad, oh jóvenes de la nueva era! (1983; Seix Barral, 2005), M/T y la historia de las maravillas del bosque (1986; Seix Barral, 2007) y Salto mortal (1999; Seix Barral, 2004). Considerado el escritor japonés más destacado de su generación, en 1994 recibió el Premio Nobel de Literatura, otorgado por segunda vez a un autor de ese país.