CARMELO, JUAN DEL
Conocer a Dios, aunque sea mínimamente. significa primeramente, haber tenido y seguir teniendo, una inquietud en la búsqueda de Dios. en segundo lugar, haberle comenzado a amar y estar ya, con más o menos fuerza,amándole y en tercer lugar, caminar o tratar de caminar, es decir, recorriendo el camino de su amor, que nos llevará hacia una total entrega a Él, una entrega de la totalidad de r nuestro ser, para unirnos e integrarnos en la plenitud de su amor, y con la posibilidad de que esto se realice, ya aquí en este mundo, sin esperar a que se realice en el más allá. Nuestra salvación no va a depender de lo mucho que hayamos leído y estudiado acerca de Dios, sino del amor que le hayamos demostrado y con el que le hayamos servido, a Él y a nuestros hermanos, aunque estos nos hayan caído gordos , que es lo que generalmente no ocurre con muchas personas que conocemos o hemos de tratar, durante nuestro paso por esta vida. Seremos examinados por lo que hayamos amado, no por lo que hayamos estudiado o conozcamos. Conocer a Dios en su intimidad, es un algo que precisa del amor, no del estudio. Se necesita amar mucho a Dios para poder acceder a un cierto grado de conocimiento íntimo suyo.