SANZ, ANA
Esta obra de Ana Sanz constituye un valiente testimonio que proyecta en un apasionante juego de espejos, personificados por cuatro mujeres, un profundo conflicto familiar. Un conflicto que va mas allá de la catarsis teatral y aporta claves importantes al espectador. Para mí, quizá, la contribución más audaz de Ana Sanz en este drama de intensa fuerza expresiva, sea su propio testimonio, su grito de denuncia