VALDECANTOS, ANTONIO
La integridad moral divide a los filósofos en moralistas duros y moralistas blandos: los apocalípticos dé la virtud y los integrados en la realidad. Sin embargo, unos y otros convienen en tomar a la integridad como una virtud cardinal y en hacer que todo el asunto de la moral gire en torno a ella. En este libro, escrito un tanto a contracorriente de las grandes tendencias de la filosofía moral contemporánea, se sostendrá justamente lo contrario: que la integridad no merece tantos desvelos y que se equivoca quien la toma demasiado en serio. Entre los integrados, este error adopta la forma de un lamento o una queja: la moral que tenemos no nos sirve y hay que inventar otra más a nuestro alcance, una con cuyos mandatos podamos cumplir efectivamen te, aunque sólo sea algunas veces. Los apocalípticos gritan con todo su orgullo una proclama: la moral no está hecha a nuestra medida, porque de estarlo no sería ya moral. somos nosotros quienes nos hemos de adaptar a ella lo logremos o no más bien que ella a nosotros. Pero ni el gesto lánguido de los integrados ni el ademán viril de los apocalípticos merecen la atención que se les concede. La moral no es cuestión de adaptación: ni de ella a nosotros ni de nosotros a ella. Al revés: lo valioso surge cuando de pronto se descubre algo que no se adapta a aquello con que se contaba, que desmiente las expectativas que se tenían o que hace revivir expectativas desechadas.
Antonio Valdecantos (Madrid, 1964) es autor de una amplia obra de pensamiento y ensayo, en la que se cuentan libros como Teoría del súbdito, Filosofía de la caducidad, La excepción permanente, La clac y el apuntador o La fábrica del bien, y numerosos artículos en publicaciones culturales y académicas y en periódicos. Es catedrático de Filosofía de la Universidad Carlos III de Madrid desde 2008, tras habilitarse el año anterior con una investigación sobre moral y política de la vergüenza.