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Serendib, ?descubrir por casualidad algo muy bello e inesperado?, fue el nombre con el que bautizaron a Sri Lanka los navegantes árabes que en los primeros siglos de nuestra Era arribaban a sus costas para comerciar con los ricos productos que la isla ofrecía: canela, clavo, pimienta, piedras preciosas, maderas nobles, elefantes y pavos reales.
Y todavía hoy, cuando no quedan shangri-las ni paraísos perdidos por descubrir, esta definición se antoja muy apropiada para muchos de los turistas que recalan en esta isla donde la mayoría queda maravillada sin esperárselo, porque Sri Lanka es un país precioso.
Si sus costas cuentan con algunas de las mejores playas tropicales del planeta, el interior no se queda atrás en cuanto a hermosura, en un ecosistema de junglas, donde viven los casi tres mil elefantes que aún quedan en libertad, y planicies con los restos de las capitales y monasterios medievales de los reinos budistas o las montañas de clima fresco favorable para el cultivo del excelente té de Ceilán.
MARISA VESTITA estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Lecce, al mismo tiempo que realizaba períodos de prácticas de cómic, diseño de decorados y arte teatral. Siempre curiosa por todo aquello relacionado con el mundo de la imagen, en 2002 se mudó a Milán, donde recibió sus primeros encargos como ilustradora. Está muy interesada en aplicar la tecnología informática al arte y ha completado un curso en diseño gráfico digital en el IED (Istituto Europeo di Design). Su obra está presente en grandes exposiciones por toda Italia. Hasta la fecha, ha colaborado con reconocidas editoriales y revistas a nivel internacional.