Estos diminutos cuentos son sólo aptos para miopes inconformistas, amantes desmemoriados, charlatanes con carrera y filósofos humoristas. Y los que no lo sean, siempre pueden coger una lupa y probar. A ver qué pasa.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.