CRESPO, RAMÓN
En estas Hojas enfermas el lector reconocerá la realidad del tiempo que nos ha tocado vivir, aunque la palabra dibuje escenarios naturales al abrigo de voces que recrean una naturaleza, y un paisaje, un refugio frente al mundo. El poeta, sin embargo, es consciente de que vive en una época convulsa, "no te fue dado el tiempo del amor ni el tiempo de la calma" como diría el denostado Heberto Padilla, muy presente en varios de estos poemas y cuya cita sirve para titular una de las cuatro secciones que componen el libro. Esa conciencia crítica es la voz que advierte de los peligros de una defensa injustificada del yo. Individuo y colectividad, frente a frente. La historia, por primera vez, forma parte de las preocupaciones e intereses del autor y aparece en la escritura como un espejo donde se reflejan falsedades y contradicciones, la deriva de una sociedad que se defiende cerrando los ojos cuando no levantando barreras. De esa conciencia herida, y de las incertidumbres, surgen la mayoría de estos poemas. Frente al dolor, la mentira, el silencio o la injusticia, la poesía, muchas veces, es sólo un refugio, un bello refugio. Pero el poeta quiere que no sea ajena a lo que la rodea, que no se interese únicamente por la belleza y sea crítica y desobediente. Ese espíritu habita en los poemas de Ramón Crespo, aunque finalmente termine entregándose al misterio de la palabra poética.
Ramón Crespo, hijo de emigrantes gallegos, nace en Barcelona, en 1961, aunque vive en Almería desde 1992. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Gádor (1992), Vía Nova (2001, accésit del premio de Poesía Rafael Alberti), Última nieve (2009, Premio de Poesía Barcarola), Palabras que acepta el fuego (2010, Premio de Poesía Ciudad de Salamanca) y Días de perro (2013, Premio de Poesía Vicente Núñez). De 1999 a 2011 fue Coordinador del Aula de Poesía del Ayuntamiento de Almería. En relación con las artes plásticas ha sido comisario y coordinador de varias exposiciones: Los Indalianos: una aventura almeriense 1945-1951 y Fragmentos de una vida que pasa, Jesús de Perceval fotógrafo (Roquetas de Mar, 2005, Almería) junto a Juan Manuel Bonet. Y, en estos últimos años, Campos de Níjar: Morada sin memoria (Museo de Almería, 2007), Jesús de Perceval, memoria fotográfica (Centro de Arte Museo de Almería, 2010) y Francisco Alcaraz: La vida de un pintor (Diputación de Almería, 2014) con Gádor Sánchez Barazas. Colabora habitualmente en prensa con escritos y crítica de arte. En 2012 su proyecto El bosque melancólico obtiene una beca de arte contemporáneo de la Diputación Provincial de Almería.