CHACEL, ROSA
Tras Desde el amanecer, la autora Premio Nacional de las Letras Españolas publicó esta otra novela en 1976, también basada en material autobiográfico, en la que se narran las experiencias de dos niñas en el Madrid del principios del siglo XX y reflexiona sobre las cuestiones básicas de la existencia.Al principio vemos a una niña sentada en una silla, quitando hilos de un paño de lino. La luz de la tarde ilumina su rostro concentrado en una labor primorosa; es como si Isabel tuviera que demostrar a cada rato que merece un lugar en aquel piso donde vive su amiga Elena, la chiquilla que lo sabe todo y todo lo organiza a su gusto porque la casa entera y la familia están a sus pies. Luego, cuando se haga de noche, Isabel subirá al desván, donde vive con su madre, pues de su padre sabemos lo justo como para no hacer más preguntas.El futuro pide paso y pronto habrá que ir a la farmacia para comprar litines y charlar con Luisito, el hijo del farmacéutico, que toca las trenzas rubias de Isabel como si en ese gesto se le fuera la vida, mientras en el caserón sigue el trasiego de vecinas y la calle se abre con nuevas propuestas. El barrio entero se convierte en un personaje más de este espléndido retablo de Madrid a principios del siglo XX, un lugar y un momento que Rosa Chacel ilumina con su talento para recrear su propia infancia desde las emociones en estado puro.Barrio de Maravillas, que se nutre de la vida de la autora pero es a la vez una espléndida novela, nos muestra un «yo» recordado y narrado con todas las armas de la buena literatura: las balas llegan lejos y pueden servir de guía para las nuevas generaciones.«En Barrio de Maravillas pienso hacer mi caricatura despiadada, como solo Cervantes la hizo.»
Rosa Chacel
Rosa Chacel nació en Valladolid
en 1899 y se trasladó con su familia a Madrid en 1908. Estudió en la Escuela de
Artes y oficios y en la Escuela de San Fernando. Después de su matrimonio, en
1922, con Timoteo Pérez Rubio, viajó por Europa hasta su regreso en 1927 a Madrid,
donde empezó a colaborar regularmente en Revista
de Occidente y escribió su primera novela, Estación. Ida y vuelta (1930). La guerra interrumpió la publicación
de sus obras y la forzó al exilio : en 1937 se trasladó a París y luego a
Atenas y Ginebra antes de instalarse, a partir de 1940, en Río de Janeiro,
donde residió, con viajes esporádicos a Buenos Aires y nueva York, hasta 1972. Becada
por la Fundación March, volvió entonces a Madrid, donde fijó hasta hoy su
residencia. Es autora de nueve novelas,
entre las que destacamos Teresa (1941),
Memorias de Leticia Valle (1945), La sinrazón (1960), Barrio de maravillas (1976) y Ciencias naturales (1988), tres libros de cuentos, tres libros de
ensayo, dos libros de artículos reunidos, un libro de memorias, una biografía
de su marido y un diario. En 1988 obtuvo el Premio Nacional de las Letras Españolas por el conjunto de su obra.